Me encantan historias de personas que han llegado a ser exitosas económica y profesionalmente con orígenes y empleos humildes. No quiero polemizar en el asunto del mal uso de las ganancias o de los logos o en la forma que hacen algunos empresarios para mantenerse en la cúspide, porque ese es otro tema de amplio análisis. Lo que me interesa es COMO EMPEZARON estas personas y lo mas llamativo para mí es con oficios o empresas modestas que en mi país suelen ser motivo de verguenza o impensables para llegar a tener una vida digna trabajando en ellos.
La primera historia que me llama mucho la atención es la de Amancio Ortega, el creador del imperio INDITEX dueño de la famosa Zara. Empezó planchado camisas y luego vendiendo botones, encajes y cintas en una mercería, para luego conociendo el mercado, darse cuenta que podía vivir de la costura, montando junto con su ex esposa y un grupo mas de personas, un empresa que combinó calidad, facilidad de distribución y economía en prendas de vestir, hasta convertirse en lo que hoy es, una gran franquicia a nivel mundial que genera puestos de trabajo y muchas ganancias. Ortega ocupa uno de los primeros lugares entre los mas ricos del mundo y dicen que es un hombre que mantiene su sencillez.
Luego, el caso de Benetton. Empezó él mismo repartiendo los jerseýs que tejían sus propias hermanas, comprandose como primer regalo para sí mismo una tricotera, para ingeniosamente añadir a sus jerseys colores intensos con aires juveniles, que se convirtieron en un gran éxito por todos conocido.
Y por ultimo la historia de un inmigrante español en Alemania, llamado Telmo Martín que trabajó como ferrallista, algo así como fontanero o plomero, que al regresar se montó junto con algunos familiares una empresa de proveedores de hierro, para grandes construcciones aplicando sus conocimientos adquiridos en Alemania y con ganas inmensas de trabajar y prosperar. .El resto fue historia, se convirtió en el provedor principal, tanto de empresas públicas como privadas y sé que ha renunciado a su cargo de alcalde de una ciudad, porque no podía descuidar de su empresa que le satisfacía mas personalmente.
Lamentablemente en Ecuador, la cosa es distinta, si a un joven se le pregunta en Ecuador, cuál es la manera de ser rico, sin duda contestarían: siendo político, abogado o médico del seguro social, por lo que que cada año las Universidades tanto públicas como privadas arrojan miles de jóvenes con rimbombantes títulos a la desocupación, dedicándose luego a conducir un taxi o a vender salchipapas en el negocio del suegro para poder sobrevivir. Mientras que con un cargo público o siendo político es sin duda la manera mas rápida y cómoda de ser ricos, lo cual, en vista de la falta de oportunidades, conocimientos y valores no deja de ser atractivo, ya que de otra manera es casi imposible, razón por la cual, cada cuatro años las elecciones políticas suelen ser verdaderos campos de batalla, conocidos a nivel mundial donde incluso con la vida se defienden los votos, lo cual no es extraño, porque de ello depende el futuro de una persona o de familias enteras.
En consecuencia pocos casos se conocen de gente que tenga una empresa próspera en base al tesón, al emprendimiento, a la originalidad y empezando con oficios tradicionales. Las empresas que se conocen en el Ecuador como prósperas y exitosas, generalmente son de nombres asociados a líderes pasados o presentes de la política, o a familias que desde la época colonial han mantenido su status económico y social prácticamente por inercia, ya que son tan grandes sus patrimonios y casi no hay reglas claras en el Ecuador en materia de impuestos, derechos laborales, explotación infatil, daños ambientales, etc. que como decía, se mantienen por inercia, sin el menor esfuerzo.
Honrosas excepciones si las hay, pero muy contadas, especialmente dentro del campo de la restauración por ejemplo como los "motes de la magdalena" o "los ceviches de la rumiñahui" que se veían que eran pequeños locales familiares de comida que fueron ganado reputación hasta convertirse en verdaderas franquicias, o del comercio, con gente que empezó a lo mejor vendiendo ropa en las calles de la Ipiales, para luego montarse grandes almacenes en base a mucho esfuerzo y luego de muchos años.
Pero de allí a que por ejemplo una costurera, un fontanero, un zapatero que triunfe y llegue a tener una vida digna con su trabajo, aporte diseños a la moda, o contrate personal para hacer funcionar a tope su empresa, casi nunca se ve y es una pena, porque talento y ganas de trabajar hay mucho en el Ecuador, lo que no hay es asesoramiento, apoyo, motivación, y una cultura de que solo el trabajo de mucho esfuerzo y sacrificio es lo que dá el éxito.
La primera historia que me llama mucho la atención es la de Amancio Ortega, el creador del imperio INDITEX dueño de la famosa Zara. Empezó planchado camisas y luego vendiendo botones, encajes y cintas en una mercería, para luego conociendo el mercado, darse cuenta que podía vivir de la costura, montando junto con su ex esposa y un grupo mas de personas, un empresa que combinó calidad, facilidad de distribución y economía en prendas de vestir, hasta convertirse en lo que hoy es, una gran franquicia a nivel mundial que genera puestos de trabajo y muchas ganancias. Ortega ocupa uno de los primeros lugares entre los mas ricos del mundo y dicen que es un hombre que mantiene su sencillez.
Luego, el caso de Benetton. Empezó él mismo repartiendo los jerseýs que tejían sus propias hermanas, comprandose como primer regalo para sí mismo una tricotera, para ingeniosamente añadir a sus jerseys colores intensos con aires juveniles, que se convirtieron en un gran éxito por todos conocido.
Y por ultimo la historia de un inmigrante español en Alemania, llamado Telmo Martín que trabajó como ferrallista, algo así como fontanero o plomero, que al regresar se montó junto con algunos familiares una empresa de proveedores de hierro, para grandes construcciones aplicando sus conocimientos adquiridos en Alemania y con ganas inmensas de trabajar y prosperar. .El resto fue historia, se convirtió en el provedor principal, tanto de empresas públicas como privadas y sé que ha renunciado a su cargo de alcalde de una ciudad, porque no podía descuidar de su empresa que le satisfacía mas personalmente.
Lamentablemente en Ecuador, la cosa es distinta, si a un joven se le pregunta en Ecuador, cuál es la manera de ser rico, sin duda contestarían: siendo político, abogado o médico del seguro social, por lo que que cada año las Universidades tanto públicas como privadas arrojan miles de jóvenes con rimbombantes títulos a la desocupación, dedicándose luego a conducir un taxi o a vender salchipapas en el negocio del suegro para poder sobrevivir. Mientras que con un cargo público o siendo político es sin duda la manera mas rápida y cómoda de ser ricos, lo cual, en vista de la falta de oportunidades, conocimientos y valores no deja de ser atractivo, ya que de otra manera es casi imposible, razón por la cual, cada cuatro años las elecciones políticas suelen ser verdaderos campos de batalla, conocidos a nivel mundial donde incluso con la vida se defienden los votos, lo cual no es extraño, porque de ello depende el futuro de una persona o de familias enteras.
En consecuencia pocos casos se conocen de gente que tenga una empresa próspera en base al tesón, al emprendimiento, a la originalidad y empezando con oficios tradicionales. Las empresas que se conocen en el Ecuador como prósperas y exitosas, generalmente son de nombres asociados a líderes pasados o presentes de la política, o a familias que desde la época colonial han mantenido su status económico y social prácticamente por inercia, ya que son tan grandes sus patrimonios y casi no hay reglas claras en el Ecuador en materia de impuestos, derechos laborales, explotación infatil, daños ambientales, etc. que como decía, se mantienen por inercia, sin el menor esfuerzo.
Honrosas excepciones si las hay, pero muy contadas, especialmente dentro del campo de la restauración por ejemplo como los "motes de la magdalena" o "los ceviches de la rumiñahui" que se veían que eran pequeños locales familiares de comida que fueron ganado reputación hasta convertirse en verdaderas franquicias, o del comercio, con gente que empezó a lo mejor vendiendo ropa en las calles de la Ipiales, para luego montarse grandes almacenes en base a mucho esfuerzo y luego de muchos años.
Pero de allí a que por ejemplo una costurera, un fontanero, un zapatero que triunfe y llegue a tener una vida digna con su trabajo, aporte diseños a la moda, o contrate personal para hacer funcionar a tope su empresa, casi nunca se ve y es una pena, porque talento y ganas de trabajar hay mucho en el Ecuador, lo que no hay es asesoramiento, apoyo, motivación, y una cultura de que solo el trabajo de mucho esfuerzo y sacrificio es lo que dá el éxito.
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