Artículo dedicado al Día de San Patricio.
Es interesante las trayectorias que han seguido a lo largo de los siglos y luego del descubrimiento de América, productos gastronómicos propios de latinoamérica, a tal punto que hoy por hoy no se entiende una pizza italiana sin el tomate originario de los Andes por ejemplo, o un prestigioso chocolate suizo sin el cacao ecuatoriano, o unos pimientos rojos originarios de Perú, que han ganado calidad y denominación de origen en varias zonas de España, o unas patatas fritas originarias también de los Andes, que acompañan a cualquier carne alrededor del mundo.
Este último tubérculo particularmente arrastra tras de sí una historia fascinante, del cual ha influído de manera social, cultural y económica en grandes grupos humanos, a lo largo de mas de 500 años, a tal punto que ha llegado - por poner un ejemplo-, a provocar la fuerte inmigración irlandesa hacia los Estados Unidos de América, del cual ha generado al mas ilustre de sus descendientes, el recordado presidente John F. Kennedy.
Y todo por causa de la patata.
Aunque no se tiene registro oficial de la llegada de la patata a Europa, su primera mención data de 1570. Lo que sí es mas probable es que primeramente fuese llevada por los conquistadores españoles hacia España, pero mas bien como una planta exótica- ornamental que como alimento. De hecho, alrededor de muchos palacios europeos fungía como adorno de sus bellos jardines.
Entre 1571 y 1574 se produce una sequía y hambruna en Sevilla, que obliga a los frailes de un centro hospitalario de enfermos indigentes, a sembrarlo en sus inmediaciones para luego servirlos como alimento a dichos enfermos, debido a que era un producto muy económico.
Durante el siglo XVII Y XVIII Europa sufre una serie de acontecimientos dolorosos provocados por la inestabilidad social y política de los estados y por los cambios climáticos que afectaron la agricultura, con la presencia de plagas y enfermedades que llevaron al desabastecimiento de las castañas, que era un producto consumido por la población pobre de entonces y a la consumición de la patata. De esta manera poco a poco se fue introduciendo en los demás países de Europa, ganando popularidad y extendiéndose su consumo de forma masiva a tal punto que en el siglo XIX, llegó a ser el alimento base de la población y de una gran ayuda para Napoleón I, quien pudo reunir y alimentar grandes ejércitos gracias a la famosa papa o patata.
Además se asegura que la patata fue un importante puntal que sostuvo la alimentación de los trabajadores en la era preindustrial, evitando gastos costosos como los que generaban la preparación de alimentos con animales o cereales.
En el siglo XVII la patata es introducida en Irlanda. Esta hortaliza se adapta con facilidad a los terrenos pedregosos, al intenso frío y los terrenos empinados. Además se constituye en la alimentación principal de los irlandes que tienen numerosos hijos y eran muy pobres, ya que rinde mas de una cosecha anual y su preparación era más sencilla, al no tener que moler o trillar como se hacía con otros cereales. A mediados del Siglo XIX, los cultivos de patata sufrieron la plaga de tizón tardío de la papa, y pese a que los irlandeses labraban la tierra sembrando trigo para los ricos terratenientes ingleses, su falta provocó la llamada "Gran hambruna Irlandesa" que llevó a la muerte de irlandeses por enfermedades relacionadas con la hambruna, y también a la emigración de millones de ellos hacia Estados Unidos de Norteamérica. Se dice que un tercio del total de la población, se vio diezmada por esta causa.
Las primeras patatas se sembraron en EEUU en 1719 y las primeras patatas fritas las hizo en 1853 un cocinero indo-americano llamado George Crum en un hotel de Saratoga Springs en el estado de Nueva York (EE.UU.), y desde allí la preparan de diversas formas, convirtiéndose en la actualidad en uno de las productos más consumidos del país y de todo el mundo.
Como se puede observar, vaya rollo que ha montado la humilde patata.
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