Foto: Pimentón de La Vera
Foto: Pimiento de Padrón
Foto: Pimiento de piquillo de Losada
Los únicos que siempre están de vuelta
son aquellos que nunca han ido a ninguna parte. Antonio Machado
Sin duda, uno de los ingredientes imprescindibles de la
gastronomía española es el pimiento.
El pimiento se lo prepara y se lo sirve de infinitas
maneras, destacándose de manera particular los pimientos rojos de Piquillo, los
de Padrón y el pimentón de La Vera, este último con la variedad picante, agridulce
o dulce dependiendo de las especias que se la añaden y sirve para sazonar y dar
el color el rojo característico de las paellas, embutidos o sopas.
Alrededor del pimiento se tejen no solamente una variedad de
platillos, sino también leyendas, fiestas, festivales y concursos, donde la
ciudadanía tiene la oportunidad de catar el producto cada vez mejorado en su
sabor, apariencia y calidad.
Por lo mismo, se comenta que su nombre se deriva seguramente
porque los primeros que lo probaron, dijeron que era picante como la pimienta y,
al igual que sucedió con la patata, el cacao o el tomate, llegó a Europa de la
mano de Cristóbal Colón luego de su tercer viaje a América, donde se lo cultivaba
particularmente en Perú y Bolivia y desde allí, se había extendido por toda
centro y sur américa. En el caso de los de Padrón, al parecer, lo llevaron los
monjes franciscanos venidos de américa en el siglo XVI, al convento de San
Francisco de Hebrón en la parroquia de Padrón en la Coruña-Galicia.
Los primeros pimientos se lo presentaron como obsequio a los
Reyes Católicos y luego se los cultivaba en los terrenos del monasterio de
Guadalupe en Cáceres más como una planta de ornamentación que comestible. De allí, fueron
llevados al monasterio de Yuste desde donde salió extramuros avanzando hacia
Italia y los países eslavos, siendo en el siglo XIX donde alcanzó su apogeo sustituyendo
en importancia al lino y a la seda y particularmente en España se asentó en la
zona llamada La Vera, lugar donde nació la leyenda del famoso condimento del
Pimentón de La Vera.
Para obtener este pimentón, se lo siembra en los meses de
febrero hasta abril y cuando ya ha logrado una maduración óptima, es decir
entre septiembre y octubre, se lo cosecha. Luego se procede al “secado” en
secaderos de corriente vertical con hogar inferior en las propias casas de los
agricultores, donde se colocan unos secadores con leña de roble y encina,
mientras los agricultores los voltean de vez en cuando. Este proceso dura unos
15 días hasta que el pimiento se queda solo con el 15 % de su humedad y finalmente
se lo muele hasta obtener la consistencia del polvillo característico del
pimentón.
Muchos de los pimientos además, han obtenido su denominación
de origen luego de un meticuloso estudio y aplicación de condiciones adecuadas
para obtener un pimiento de altísima calidad que, por tal razón, alcanza precios
elevados y a los que sus productores, muchas de las veces, se quejan que se
está prefiriendo el pimentón que viene de otros países, más económicos pero sin
la calidad y el trabajo del producto de denominación de origen que
indudablemente, es mejor.
Los pimientos de Padrón también su cosecha empieza en
Mayo, extendiéndose hasta octubre y noviembre para hacerle coincidir con la matanza
del cerdo. Se caracteriza porque su tamaño es pequeño, alargado y de color
verde, seguramente por su adaptación al clima de Galicia que lo fue achicando de
tamaño hasta quedar con las características que le han dado fama. Se suelen
dividir entre los que han recibido mayor insolación y los que más sombra y en
que si son más o menos picantes. Se los sirve generalmente asados.
También se desarrolló otra variedad en la localidad de Losada,
el pimiento llamado de Piquillo cuya forma es triangular, no muy grande, muy
rojo y se lo envasa en latas luego de asarlos para ser servido de muchas formas
directamente a la mesa, especialmente rellenos con bacalao.
Y entre los pimientos frescos para ensaladas, tapas, ser asados o en estofados, se destaca el pimiento rojo de la localidad de Torquemada que se destaca
por su sabor, color, tamaño y consistencia.
Maravillosa manera de mejorar los productos que nos ha dado
la madre tierra hasta convertirlos en verdaderos productos gourmet.
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