"Piensa en grande y crecerás" San Ignacio de Loyola
Este artículo debía ser uno de los primeros a publicarse en
este blog que ya va por los más de 13 años, pero lo he ido posponiendo debido a
que han surgido temas que he considerado más urgentes de compartir. Y ahora, he
decidido hacerlo ya que desde que tuve conocimiento de esta historia, me ha
parecido digna de ser compartida para que sirva de inspiración y de ejemplo a
todos los que deseamos un mundo mejor.
Todo empezó cuando, allá por el año 2000, solía ir a las
oficinas de la Asociación Rumiñahui que se encontraban dentro de la asociación
MPDL (Movimiento para la Paz, el Desarme y la Libertad), ubicada en El Pozo del
Tío Raimundo, barrio símbolo de la lucha vecinal madrileña y española. Y, observando
posteriormente unas fotos de cómo era esta zona por los años cincuenta, me
quedé impactada por el cambio suscitado ya que yo también había trabajado y
había hecho apostolados en barrios parecidos en Quito, aunque ninguna llegó al
nivel de modernidad y calidad de vida que había llegado El Pozo del Tío
Raimundo. Y todo gracias a la lucha vecinal inspirada y propulsada por un grupo
de sacerdotes y voluntarios, de manera especial, de parte del jesuita José María
Llanos quien, perteneciendo a la alta jerarquía de la Iglesia y siendo confesor
del Franco, lo dejó todo para ir a convivir codo a codo con los pobres de la
población chabolista más grande de esa época, siendo coherente con sus
principios cristianos y siguiendo la corriente mundial de los valores propulsados
por el Concilio Vaticano II, que fueron también el germen de la Teología
de la Liberación.
Por ello, el padre Llanos fue conocido como el “cura obrero”
o el “cura rojo”.
El Pozo fue inicialmente un barrizal localizado en las
afueras de Madrid el mismo que se fue poblando poco a poco, gracias a la
migración proveniente del interior de España, principalmente de manchegos,
extremeños y andaluces quienes, como muchos de nosotros llegaron a Madrid en busca
de un futuro mejor, para lo cual se asentaron sobre esos terrenos que carecían
de agua, luz o alcantarillado. Tal es así, que con sus propias manos comenzaron
a construir sus viviendas haciéndolo mayormente en la noche para no ser visitados
por los inspectores durante el día y la obra se trunque.
El Padre Llanos, a poco de llegar, también se hace construir
una chabola junto a la casa parroquial, inicialmente para ganarse la confianza de
los chabolistas y luego, solicita a la misma casa alguno de sus salones para
invitar a los vecinos a realizar reuniones donde se forjan los primeros
movimientos vecinales con el objeto de exigir mejoras para el barrio. Con el
tiempo fomentó, además, la creación de centros y sedes para la preparación
laboral de los jóvenes y desocupados empezando
con oficios como la electricidad y la mecánica que hasta el día de hoy funcionan,
aunque han aumentado otros oficios más actuales como la informática, cocina, hostelería
y administración de tal manera que estos lugares de preparación profesional fueron
adquiriendo prestigio ya que sus alumnos encontraban trabajo de manera
inmediata o iban preparados hacia otros países europeos como inmigrantes
cualificados.
La fama que fue ganando la obra del padre Llanos provocó que
futuros intelectuales, abogados o profesionales se acerquen como voluntarios,
siendo los más conocidos Francisca Sauquillo ex eurodiputada, ex asambleísta y
presidenta del MPDL, así como Javier Solana, ex Alto representante de la Unión
para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, ex ministro de Estado, Secretario
General de la OTAN quienes ofrecían asesoría jurídica o asignaturas como
profesores.
Otros sacerdotes inspirados en la obra del padre Llanos, se
ofrecen también como voluntarios para trabajar con los pobres en otras chabolas, formando más
tarde la Coordinadora de Barrios para aunar ideas y esfuerzos. También, el
Padre Llanos apoyó al incipiente movimiento sindical conocido como Comisiones
Obreras (CCOO)que tanto ha ayudado a los trabajadores, entre ellos a muchos
inmigrantes ecuatorianos, siendo él mismo uno de sus primeros afiliados.
El padre Llanos haciendo un recuento de su obra, comentó que
quiso formar un movimiento cristiano de base pero que, al final de su vida se
sintió frustrado porque comprobó que aquellos chabolistas mientras más se iban
culturizando o modernizando, más se iban haciendo ateos.
Estos curas “rojos” fueron inspiración para el personaje del
padre Eugenio de la serie “Cuéntame” y seguramente, también lo fue para nuestro
querido padre José Carollo quien trabajó también en barrios pobres como la
Quito Sur y Solanda que, por lo que he podido comprobar no llegaban al nivel de
miseria que se dio en El Pozo y que, sin embargo, el padre logró reunir abundantes
recursos económicos para hacer varias obras como una maternidad, un centro de
mujeres, un centro de jóvenes y hasta un Hospital para más 200 camas, el
llamado “Un canto a la vida” que ofrece servicios médicos y cirugías a los más necesitados en el
sur de Quito, aunque a mi modo de ver, poco movimiento vecinal se promovió en
estas zonas.
Ahora, El Pozo, barrio trasformado y moderno acoge a los
inmigrantes de otros países como Sudamérica o de Europa del este, aunque los
principios que forjaron su ya famosa leyenda, permanecen latentes en su Iglesia y en sus centros que siguen
ofreciendo ayuda a todo aquel que lo necesite.
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