"La vida es lo que te va sucediendo mientras descargas las actualizaciones de Windows". Quequé
Cuando a mi padre le tocó ejercer un cargo de elección
popular en la ciudad donde había nacido, luego de haber ejercido de periodista
en el diario El Comercio durante más de 30 años, se vio obligado junto con mi
madre a alquilar una vivienda para residir durante los cuatro años
correspondientes a dicho ejercicio. Lamentablemente, al haber poca oferta por
ser una ciudad bastante pequeña, apenas consiguieron un segundo piso bastante
grande para una pareja -unos 100 metros- con la particularidad que la vivienda tenía
un baño principal en el que a duras penas podía caber una sola persona aunque, eso sí, el salón era tan espacioso que podían caber tranquilamente unas cien
personas, lo que demuestra la importancia que se da por esos lares a la
socialización mediante grandes espacios de índole privada.
Esta distribución demostraba, además, la informalidad
reinante en cuanto a la construcción y el diseño de las viviendas las mismas
que se hacen sin ningún criterio profesional y dando lugar a verdaderas
chapuzas arquitectónicas de las que no se salvan, muchas de las veces, ni siquiera las
construcciones públicas.
En efecto, se desperdician cantidades enormes de espacio que
representan, no solamente la pérdida de dinero, sino de metros valiosos los
mismos que, de ser aprovechados adecuadamente, servirían para múltiples funcionalidades evitando de esta manera, la extensión innecesaria de la ciudad que reclama
luego los servicios básicos como alcantarillado, agua potable, luz, espacios
verdes, etc. del que ninguna autoridad, por más eficiente que sea, puede administrarla.
Por lo mismo, me llamó mucho la atención en España de la
optimización que se da al espacio en las viviendas ya que, pese a ser
inmensamente grande el país, existe mucha falta de espacio en las grandes
ciudades debido a que los espacios rurales y urbanos están perfectamente delimitados,
dándole a cada uno el uso que se requiere por lo que es imposible ver viviendas
en medio del campo, por ejemplo, o animales de granja dentro de las viviendas
urbanas.
A continuación, comparto un vídeo de un programa de
televisión que vi y que luego lo encontré en internet, ahora como una promoción
del arquitecto que lo realizó, de una vivienda de menos de treinta metros
cuadrados dentro de Madrid, en donde la funcionalidad no está reñida con el
aprovechamiento del espacio ni con la estética, haciendo que la misma sea un
lugar acogedor y vivible.
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