"Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo" LUDWIG WITTGENSTEIN
La cancelación del personaje de Pepé Le Piú de las series animadas por,
supuestamente, incitar al acoso sexual y a la violación ha causado verdadero
revuelo en todos aquellos que de pequeños, disfrutamos de las series animadas
de Merry Melodies y Looney Tunes con personajes como, además del zorrillo
enamorado, Speedy González, el Correcaminos o el gato Silvestre.
Muchos han cuestionado
la decisión al considerar que se estaban exagerando las razones para tal
eliminación ya que, según unos, el rechazo de la gatita era por el olor que
desprendía el zorrillo y que no veían nada de acoso, peor de sexual en el
asunto.
Por mi
parte, alguna vez había visto un documental sobre cómo realizaban las
películas animadas de Disney allá por los años 40 y 50, el mismo que demostraba
la genialidad de los dibujantes, tomándose muchas veces como modelos ellos
mismos para determinados gags y provocando las carcajadas de todos los allí
presentes por sus asombrosos resultados. Sin embargo, parece ser que, bajo el
contexto de aquella época los argumentos se realizaran con el objeto de
divertir a un público infantil y probablemente se los hacían bajo el criterio
que a lo mejor venía del propio dibujante. De allí que los golpes, las
humillaciones o los resultados siempre predecibles serían la constante en
aquellas series, tendencia que, por cierto, también se repetía en series
mexicanas como El Chavo del 8.
Se conoce que
Looney Tunes comenzó su andadura en 1930 y al igual que el resto de personajes,
fueron creados bastantes años antes que se proclame la Declaración de los Derechos
de la Infancia en el año 1959, momento en el cual se empieza a tomar conciencia
del entorno y las condiciones que deben rodear a un niño para lograr su sano
crecimiento. Sin embargo, no fue hasta unas décadas después que se comenzaron a
cuestionar ciertos personajes, especialmente el de Speddy González, que
demostraba un mexicano listo pero vago, resignado de su pobreza y siempre en
estado etílico, lo que provocó la protesta de dicho colectivo en EEUU por
estigmatizarlos y al parecer, con poco éxito a mediados de los 80.
En el caso
de Pepé Le Piú que perseguía enamorado a la gatita que, aunque en verdad ella
no soportaba el olor, sus ojos desorbitados y la cara de terror cuando lo veía,
era para no dejarnos indiferentes. Por otro lado, en el caso del pobre coyote que, pese a
que se las ingeniaba con sus maravillosos inventos de la marca ACME, su posible
presa, es decir el Correcaminos siempre lograba escabullirse de sus garras ya
que lo único que hacía era correr y correr, es decir, nada lo que a mi modo de
ver, desmotiva a cualquier persona y no se diga, a un niño en su creatividad e
ingenio por la frustración que provocaban sus fracasos.
Personalmente
y volviendo al tiempo actual, no estoy de acuerdo en que se haya eliminado a
Pepé Le Piú ya que me parece una medida exagerada al ser junto con el resto de los
personajes, entrañables y con ciertas características únicas como el caso de
Bug Bunny que parece fue inspirado en Rett Butler, personaje interpretado por el actor Clark Gable, con sus miradas sarcásticas
y su personalidad astuta. Sí sería ideal, más bien, que sus argumentos se adapten a los
tiempos actuales al ser las series reeditadas y digitalizadas lo que tal vez costaría
un poco más, pero que serían el mejor antídoto contra los cantantes de regatón
con letras que agreden tanto a mujeres y niños, que han sido puesto como
ejemplos de contradicción ya que probablemente el origen de ello, es porque dichos
compositores se educaron con dichas series.
El cambio
estaría, entonces, en corregir lo que los niños leen o ven desde tiernas edades.
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